La experiencia de concurrir a un Curso de Formación en Casa Betania tiene abundantes efectos, y muy profundos, en lo espiritual y en lo personal. Desde la partida, compartiendo con un grupo en peregrinación desde Salta, el conocimiento impartido con excelencia por parte del Padre Arnau, el Padre Mauro y el Padre Germán, compartir con hermanos de todo el país, incluso algunos de países vecinos, la paz y tranquilidad de la naturaleza de las sierras cordobesas que rodean y se imponen, el servicio de desayuno y de las comidas, y por sobre todo, compartir con el Señor, ser testigos de su infinita misericordia hasta en los pequeños y ordinarios detalles, reconociendole en todo y sabiendo que es El quien nos hace el regalo de encontrarnos en Betania. Vale todo esfuerzo llegarse a estos encuentros. Gracias Señor por tu amor y por los instrumentos de los que te vales para ello!